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En Penumbras... de Magda Robles

En penumbras es donde los sueños cobran vida, junto al crepitar del fuego y el danzar de las llamas...
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Ni una más...


Por ellas.
Por sus hijos.
Ni una más.


Siempre supe que venías a matarme.

Y a pesar de ello, doblé mis pasos
y me amoldé a las huellas
traidoras
marcadas
por unos seres que
no han sangrado nunca.

La rutina
tu fracaso
me fueron resquebrajando
y sin embargo
cada luna obtuve mi venganza.

La maldición del fruto envenenado rodó por la pendiente.

No me dolieron los golpes,
ni la voz rota
ni el alma herida,
pues cada tarde
en la soledad del vientre

encontré el consuelo de otro abrazo
y otros ojos
y otra risa no nacida
para no morir
nunca en tus manos.


 by Anke Merzbach

The puppet master...

“I am entirely alone. I and my shadow fill the universe.” 
Angela Carter


Hace invierno. 

La tarde no sabe de nostalgia.
Sí del tráfico de cuerpos y  vidas
acorraladas en el abrazo indigno
de este tiempo carcelero.

Horas calcinadas, días inasidos
que resbalan por ojos ciegos.
Ruidos que ocultan la brecha
siempre abierta en un mañana
que está siempre por llegar.

Hombres que no saben ya
del frío que muerde sus pisadas.
Cáliz negro. Viudas blancas,
ancianos arropados en azufre y afonía.
Niños con la muerte en la mirada.

Bocas que no buscan,
lluvias que no lloran
altares regocijados en vientres
abiertos al sacrificio.

Y por todas partes sangre.
Sangre transparente
de almas que se desangran,
Sangre que no mancha y así no acusa.

Mas a  pesar del hambre
  y el miedo
    y la ausencia
      y la huida

la sombra de un dios observa
            impasible 

y se goza silenciosa
     en su derrota
       un día más


Mort, petit

Te presiento.

Responden tus pasos
a un ancestral latido.

De sal, el goce.
La herida de los cuerpos.
La tormenta desatada en la caída.
El fin del sueño.

El fuego último
que abrasa la conciencia.
La muerte sometida
y el desnudo.

El vértigo perdido.
(mi)
silencio.




Sin nombre...

Somos esa nada que desborda  al sol que cae.
Acaso vuelvas, y encuentres estos pasos,
estas huellas desplegadas, este enjambre
de alientos y ceniza.

Y tal vez busques, en ausencia de unos ojos,
la sombra que declina, la rosa que ilumina
este horizonte yermo, la voz que aguarda
oculta en aquel lejano jardín de infancia.

Será este mar el que cobije
los cuerpos
vacíos
que un día fuimos

y que hoy aún
            pretenden ser
                        en la memoria.



Miénteme...

“Two roads diverged in a wood, and I—
I took the one less traveled by,
And that has made all the difference.”

Robert Frost



Dime que nunca volviste
a recorrer otros caminos. 
Que tu mente no alzó
jamás el vuelo y se tornó
hojarasca por otra senda.

Miénteme
y hazme creer
que cualquier otra salida
fue tan solo un espejismo.

Que el entrar al laberinto
siempre fue
la mejor alternativa.



 by Dominic Martello, "Light break"

Sin nombre

Somos seres de agua
y cristal 
estancado
con el borde 
aún 
por perfilar.

Reflejo ajeno,
incisivos
y mordaces,
que buscan,
en océanos de asfalto,

otros peces de ciudad.


Incarnatio

No hay soledad de manos prendidas.

Nos buscamos.
Brotan suaves las palabras,
como labios en su primer
encuentro, traviesos e infantiles.

Es tu cuerpo el templo
que mi palabra habita
con la certeza de que el silencio
también tiene su propio lenguaje.

Somos ángeles 
caídos sin derrota.
Reflejos oscuros y mortales
de un dios que teme
descubrirse en carne.

Criaturas de luz incierta
que moldean cuerpos
en cuerpos enredados.

Ajenos a la sombra.
Extraños
a la muerte herida.


Sin nombre...

Se rasga el tiempo.

Las palabras son latidos
que amenazan
el caer insomne de esta lluvia
que te busca 
y que no cesa.

Fragmentos de memoria
esparcidos
son la senda que persigue 
y lleva
a la soledad de un nombre.

Te sé,
inacabado,

criatura azul y frágil 
que palpita
más allá del pensamiento
buscando un trazo
un abismo

un silencio nuevo aún por habitar.


Untitled

He vuelto de alguna forma a echar raíces
en esta tierra de hiel amarga y sangre partida
donde los lobos campan y ocultan
palomas heridas entre las fauces
mientras buscan seductores otra luna.

Sabes... aún cuido tu jardín de invierno.
En él muerden tus horas mis labios
y mis manos destierran el tiempo
y mis pasos recobran tu figura.

Quizá es por eso que estas rosas
crecidas en mis dedos
son también de sangre.

Aquí, el aire engaña.
La piel arrastra
la sombra de la duda.



by Josephine Cardin

Sin nombre...

Y si volvemos a buscar
en nuestros cuerpos
la llamada.

El lirio incierto
de los días que se abren..

El vuelo incauto 
de las aves 
que alcanzan el abismo...


"Destiny", by  Noell S. Oszvald

Danza furtiva

Hay algo de animal en esta espera.
En este aliento agazapado
y este viento que te invoca.

Me deshaces cada noche
para urdir cada mañana un nombre nuevo.

Distinta yo en tus mismas manos.

Eterna y tuya,
vencida sin derrota.


Sin nombre...

Tal vez volver no sea la respuesta...

Los viejos caminos
aún lucen entreabiertas
las heridas.


Horizonte envenenado

Esta voz ya no es mi voz.
Es tu grito que nace
desgarro
en esta carne
que ya no es tampoco mía.

Esta sangre ya no es mi sangre.

Es tu aliento derramado
en cualquier papel en blanco
rubricado por hombres de negro 
cuando llegas 

cadáver 
hasta su orilla

en vano intento 
de abrir tus alas.

by alex currie

Untitled

Es la espera
sinfonía de árboles callados.

Abril y su silencio
son el agua que nos besa
y nos descubre,

rendidos,
en esta piel enmarañada.

by Crystal Lee Lucas

Sin nombre...

“Un manotazo duro, un golpe helado,
un hachazo invisible y homicida,
un empujón brutal te ha derribado.”


Miguel Hernández


Me dueles. Sabes que me dueles
en este rostro que te robo
cada día con descaro.

También me dueles en el silencio.
En éste, mi silencio vivo,
que como un perro escarba
y busca
tu silencio muerto.

Nos han crecido desde entonces
mil mañanas en las manos.
La noche ha parido mil lunas.

Sabes, también tu árbol ha crecido.
Permanece en la misma sombra.
En la misma huida.

Silueta blanca,
fértil y baldía que te espera
como un osario.

Como un testigo enmudecido
que florece para ti
(en lugar de ti)
cada infame primavera. 


The poet...

¿Quién se atreve a escribir en los labios de la muerte?
¿O a besar la piel de una rosa fracturada?

El caminante sigue
solitario su camino
mientras violines ciegos
se abren el pecho
y prenden la llama.





Ayer fuimos el silencio...

Ayer fuimos el silencio.
El instante baldío que llegó
atajando la memoria.

El pan de infancia y el abrazo
cansado ante la puerta
entreabierta de otro día
que fue también ayer.

No hay distancia en estas horas.
El reloj ya espera amortajado a que la noche,
con voz sedienta, reclame su deceso.

Ayer fuimos este mar indescifrable
cálido abismo de cantos y sirenas
y dioses
y hombres que nacen
y dan voz a la penumbra.

La oscuridad oculta un nombre
y a un niño que quiso ser ángel
eternamente
y  que hoy 
ya es pasto del olvido.

Veo una muchacha de ojos tristes que sonríe,
y  a un hombre cuyo pecho olvida
que una vez fui
allí encerrada.

Ella y él, ambos esperan.
Y son estatuas
de sal que buscan
asombradas otra luna.

Ayer fuimos otro tiempo.
Un pasado sin paisaje,
un receso antiguo
aún por perfilar.

... by Crystal Lee Lucas

Sin nombre

Hay mareas que no saben de naufragios.

Aunque guarden en su vientre
cuerpos
a la deriva, arrebatados
a la orilla y a otros brazos,
también eternos,

en su derrota.


Amanece la tragedia

Cuando ruge la galerna
vuelven las rosas a ser ceniza.

La luz es una sombra tamizada.
Un juego de siluetas
que salen de la caverna.

Dos pequeñas marionetas
con hilos enmarañados
no consiguen avanzar.

Alguien los sesga
y con anónima inconsciencia
les corta también las alas.

La noche es un instante
vertido en los espejos
que se rompe si parpadeas.

Y más allá
los gritos
vacíos
sin nombre
sin huella.
Amanece la tragedia.

La llaman vida  
y  porta aún
otra carta sin firmar.

by Khazei

Untitled

No hubo tiempo de llorarle.

Con el adiós todavía
tibio entre las manos
llegó la vida
a clavar nuevos cristales.




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