Ayer fuimos el silencio.
El instante baldío que llegó
atajando la memoria.
El pan de infancia y el abrazo
cansado ante la puerta
entreabierta de otro día
que fue también ayer.
No hay distancia en estas horas.
El reloj ya espera amortajado a que la noche,
con voz sedienta, reclame su deceso.
Ayer fuimos este mar indescifrable
cálido abismo de cantos y sirenas
y dioses
y hombres que nacen
y dan voz a la penumbra.
La oscuridad oculta un nombre
y a un niño que quiso ser ángel
eternamente
y que hoy
ya es pasto del olvido.
Veo una muchacha de ojos tristes que sonríe,
y a un hombre cuyo pecho olvida
que una vez fui
allí encerrada.
Ella y él, ambos esperan.
Y son estatuas
de sal que buscan
asombradas otra luna.
Ayer fuimos otro tiempo.
Un pasado sin paisaje,
un receso antiguo
aún por perfilar.
... by Crystal Lee Lucas
¡¡Qué bonito!! Magnífico poema como siempre Magda, Un abrazo
ResponderEliminarCómo me gusta encontrate por aquí, preciosa... muchas gracias, un beso!
EliminarLástima que vayamos dejando nuestros afectos por el camino...
ResponderEliminarGracias
Me temo que es inevitable...
EliminarGracias a ti, Mari Carmen, por pasar y dejar huella...
Magda! Es bellísimo! ese ayer que ya no vuelve, esas figuras que quedan reflejadas en el espejo de la memoria... HERMOSO!
ResponderEliminarDificil sustraerse a ellas... verdad? Muchas gracias lunaroja, un abrazote!
EliminarNo me importa si ayer fuste/fueron silencios, hoy eres esa palabra que atraviesa la distancia y deje un sentimiento anidando en mi tarde.
ResponderEliminarBerso.
La distancia es un invento que debe mantenerse lejos de almas desconsoladas...
EliminarGracias Jaime, un beso.
cuanta nostalgia en letras
ResponderEliminarMe lleva siempre de la mano...
EliminarUn poema realmente hermoso, lleno de nostalgia, melancolía y espejismos del ayer que nunca vuelven. Quizá el pasado sea tan añorado porque nos hace sentir cómodos. Quién sabe, yo solo sé que lo has reflejado perfectamente en esos versos, que encima están llenos de belleza! Un placer leerte♡
ResponderEliminarMuchas gracias por tu visita, y tus palabras Melissa! Si, como dices, el pasado es quizá un refugio seguro... por eso intentamos seguir ligados a él de alguna forma...
EliminarUna auténtica preciosidad...el pasado siempre vuelve y llama con los nudillos a un diástole.
ResponderEliminarSaludos Marga.
Es un fantasma sempiterno en ocasiones, si.
EliminarUn abrazo, Oscar!
He disfrutado con esta poesía compuesta en Los Olvidaderos del Alma. Y tu bitácora me complace largamente.¡Que tengas una buena semana!
ResponderEliminarM o n s ú P o r a s a g ú aka
N e k y e l u s W a w r i l a aka
U n G u r k a E n E l E j e .
¡Estas invitada a todas esas bitácoras de mi magín!
SALUDOS.
Mil gracias MonsúParasagú! Pasaré a visitarte, un saludo.
EliminarY cómo saber si el silencio hiere menos que las palabras en boca de un torpe verdugo.
ResponderEliminarTodo un dilema... aunque diría que en manos de un verdugo, todo se tiñe de sangre...
EliminarGracias por dejar huella de tu paso por estas letras.
Quizás por eso es mejor que siga dejando páginas en blanco. Nunca se me dio bien escribir finales felices.
EliminarToda página en blanco es el preludio de una historia aún por comenzar, que diría algún escritor.
Eliminar"Final feliz", mal casan ambas palabras. Solo sé de los que Disney inventó para sus cuentos, y se desmontan en cuanto se curiosea un poco en el origen de los mismos. Y en cualquier caso, dicen que lo que importa es el camino..