“En esa voz
viviría para siempre”
Brenda López Soler
Estás.
Ahora.
Aquí.
Ahora.
Aquí.
Y de repente un cielo abril
se desmorona.
Mientras,
tu voz me abrasa.
Como un arrullo.
Los árboles aún te buscan.
La vida queda, a veces,
detenida entre sus ramas.
Como quedaste tú.
Herida palpitante.
Sin tiempo ni memoria.
La vida queda, a veces,
detenida entre sus ramas.
Como quedaste tú.
Herida palpitante.
Sin tiempo ni memoria.
Vive tu voz
en los pétalos salvajes
de mis manos entreabiertas.
Susurran las glicinias.
Despeinadas.
Y te descubro al fin
escondida entre los labios de agua
de la ciudad sin nombre.
en los pétalos salvajes
de mis manos entreabiertas.
Susurran las glicinias.
Despeinadas.
Y te descubro al fin
escondida entre los labios de agua
de la ciudad sin nombre.
La eterna lujuria del silencio aún te grita.
Mujer azul.
Mujer errante.
Siempre-viva en el poema.
Mujer azul.
Mujer errante.
Siempre-viva en el poema.