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En Penumbras... de Magda Robles

En penumbras es donde los sueños cobran vida, junto al crepitar del fuego y el danzar de las llamas...
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Aldaba

Despiértate. La cama está más fría
y las sábanas sucias en el suelo.
Por los montantes de la galería
llega el amanecer,
con su color de abrigo de entretiempo y liga de mujer.

Despiértate pensando vagamente
que el portero de noche os ha llamado.
Y escucha en el silencio: sucediéndose
hacia lo lejos, se oyen enronquecer
los tranvías que llevan al trabajo.
Es el amanecer.
Irán amontonándose las flores
cortadas, en los puestos de las Ramblas,y silbarán los pájaros -cabrones-
desde los plátanos, mientras que ven volver
la negra humanidad que va a la cama
después de amanecer.

Acuérdate del cuarto en que has dormido.
Entierra la cabeza en las almohadas,sintiendo aún la irritación y el frío
que da el amanecer
junto al cuerpo que tanto nos gustaba en la noche de ayer,

y piensa en que debieses levantarte.
Piensa en la casa todavía oscura
donde entrarás para cambiar de traje,
y en la oficina, con sueño que vencer,
y en muchas otras cosas que se anuncian
desde el amanecer.
Aunque a tu lado escuches el susurro
de otra respiración. Aunque tú busques
el poco de calor entre sus muslos
medio dormido, que empieza a estremecer.Aunque el amor no deje de ser dulce
hecho al amanecer.

-Junto al cuerpo que anoche me gustaba tanto desnudo, déjame que encienda
la luz para besarte cara a cara,
en el amanecer.
Porque conozco el día que me espera,
y no por el placer.

Jaime Gil de Biedma
Mi Aldaba......


Poco a poco se van cerrando las puertas del pasado
amores pasajeros, amistades que surgieron de la nada
y en la nada se sumergen.
Imágenes fugaces de castillos en el aire, derruidos.
La cara oculta de la luna
ilumina sendas nuevas de perdición.
Una silueta desnuda se desvanece entre las manos,
un cuerpo gozado se desmaterializa ante los ojos.
Ni gritos ni lágrimas lograrán retener lo que no es tuyo.
Desconfía de los sentidos:
tu momento de posesión ya ha finalizado.
El deseo de algo externo te arroja nuevamente al vacío.
La realidad, etérea, es intuida, mas no alcanzada.
Mía.
Ni de ti... ni de nadie...


Porphyria's Lover


The rain set early in to-night,
The sullen wind was soon awake,
It tore the elm-tops down for spite,
And did its worst to vex the lake:
I listened with heart fit to break.
When glided in Porphyria; straight
She shut the cold out and the storm,
And kneeled and made the cheerless grate
Blaze up, and all the cottage warm;

Which done, she rose, and from her form
Withdrew the dripping cloak and shawl,
And laid her soiled gloves by, untied
Her hat and let the damp hair fall,
And, last, she sat down by my side
And called me. When no voice replied,
She put my arm about her waist,
And made her smooth white shoulder bare,
And all her yellow hair displaced,
And, stooping, made my cheek lie there,

And spread, o'er all, her yellow hair,
Murmuring how she loved me--she
Too weak, for all her heart's endeavour,
To set its struggling passion free
From pride, and vainer ties dissever,
And give herself to me for ever.
But passion sometimes would prevail,
Nor could to-night's gay feast restrain
A sudden thought of one so pale
For love of her, and all in vain:
So, she was come through wind and rain.

Be sure I looked up at her eyes
Happy and proud; at last I knew
Porphyria worshipped me; surprise
Made my heart swell, and still it grew
While I debated what to do.
That moment she was mine, mine, fair,
Perfectly pure and good: I found
A thing to do, and all her hair
In one long yellow string I wound
Three times her little throat around,

And strangled her. No pain felt she;
I am quite sure she felt no pain.
As a shut bud that holds a bee,
I warily oped her lids: again
Laughed the blue eyes without a stain.
And I untightened next the tress
About her neck; her cheek once more
Blushed bright beneath my burning kiss:
I propped her head up as before,

Only, this time my shoulder bore
Her head, which droops upon it still:
The smiling rosy little head,
So glad it has its utmost will,
That all it scorned at once is fled,
And I, its love, am gained instead!
Porphyria's love: she guessed not how
Her darling one wish would be heard.
And thus we sit together now,
And all night long we have not stirred,
And yet God has not said a word!

by Robert Browning



"A F...s. S. O...d" de Edgar Allan Poe

Demasiado le debo, y muy poca atención le había prestado en este espacio.
¿Quedará siempre oculta la persona a quien dedicó estos versos...?



¿Deseas que te amen? No pierdas, pues,
el rumbo de tu corazón.
Sólo aquello que eres has de ser
y aquello que no eres, no.
Así, en el mundo, tu modo sutil,tu gracia, tu bellísimo ser,
serán objeto de elogio sin fin
y el amor... un sencillo deber.

To F--s S. O--d

Thou wouldst be loved?- then let thy heart
From its present pathway part not!
Being everything which now thou art,
Be nothing which thou art not.
So with the world thy gentle ways,
Thy grace, thy more than beauty,
Shall be an endless theme of praise,
And love- a simple duty.

by Edgar Allan Poe

CARMEN VII

Me preguntas, oh Lesbia,
cuántos besos tuyos me sean suficientes,
cuántos me sean demasiados.
Cuan gran número de arena de Libia
yace en Cirene, de laserpicïo
plena, entre el oráculo del ardiente
Jove y el túmulo del anciano Bato;
o cuantos astros nos ven, al callar
la noche, enredados en amoríos;
sólo esa cantidad satisfará
a Catulo el loco, y demasïados serán,
y afortunados, que ni contarlos podrán los curiosos
ni con sus malas lenguas hechizarlos.


Quaeris, quot mihi basiationes tuae, Lesbia,
sint satis superque.
quam magnus numerus Libyssae harenae
laserpiciferis iacet
Cyrenis oraclum Iovis inter aestuosi
et Batti veteris sacrum sepulcrum;
aut quam sidera multa, cum tacet nox,
furtivos hominum vident amores:
tam te basia multa basiare vesano satis
et super Catullo est,
quae nec pernumerare curiosi possint
nec mala fascinare lingua.
Catullo

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