¿Qué hacer cuando se incendian los
labios
y se ofrecen, cual fruta madura,
al desencuentro?
No queda más que morder la voz
y rendirla ante el aliento
sometido.
Desnudar el roce, subyugar el trazo.
.
Rasgar la piel, indefinirla.
Abrir el cuerpo a la intemperie,
y verso adentro, resistir la acometida.
Templar la noche.
Romper la calma.
Vencer el fuego.
Prender el tiempo.
Brindar batalla.
(En piel del ángel caído)
“Peace Offering” — Photographer: Justin Rosenberg
¡Sensacional! En la doble acepción, por bueno y por las sensaciones que produce.
ResponderEliminarGracias siempre Francisco!
EliminarOh, es así, no? qué hacer con las historias inacabadas, las palabras no dichas,las miradas desencontradas. Muy buen poema, llegas al lector con mucha certeza!
ResponderEliminarSe guardan, se rehacen, se deshacen, se deshojan... gracias lunarona!
EliminarRomper la calma...
ResponderEliminarUn beso.
Esa siempre sufre algún vaivén...
EliminarUn beso, Amapola.
¿Qué hacer?
ResponderEliminar¿Qué ofrecer a tu piel sin palabras?¿Que hacer con las heridas escritas?
Hay tantas preguntas que nunca tendrán una sola respuesta verdadera.
Beso junta a esa amapola.
Jaime...anda que tú también...Bellas palabras!
EliminarSiempre lo son... un beso, Jaime.
EliminarUfffffffffff, cuánto sentimiento! Bellísimo. gracias..
ResponderEliminarGracias a ti, por detenerte en estas palabras.
EliminarMuy grande...!!!
ResponderEliminarEnhorabuena y gracias por compartir "tus versos de noche".
Un beso.
Me alegra verte Oscar! Un beso, gracias!
Eliminarescribir...leer
ResponderEliminarrecuerdo que hacía esas dos cosas cuando mi vida tenía sentido
Yo suelo hacerlo, incluso cuando la mía deja de tenerlo...
EliminarGracias por tu visita, y tus palabras.
Las historias así suelen ser a dos bandas y, cuando hay guerra, no se puede (ni se quiere) hacer prisioneros.
ResponderEliminar¿Cómo hacerlos? Gracias g, te debo una larga visita...
EliminarHe pasado y me he quedado a leer...bellas letras...el amor viene con guadaña...
ResponderEliminarY bienvenida eres Geraldine... gracias por dejar huella.
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