En un olor guardo tu esencia. En ese olor, cobijo de trasiegos y despertares, que me asalta a traición tras hacerme un guiño. Sigiloso llega, a hurtadillas se aposenta. Y se queda. Y me llena. Es tan pequeño, que cabría en un frasco moldeado a partir una sola lágrima. En ese refugio frágil, impalpable, apenas perceptible pero implacable, que vuelve a arrastrarme al centro mismo de ti en mi, al embrujo de unos brazos forjados de recuerdo y de agonía. Donde la vida no fluye, donde el tiempo se ausenta, donde el dolor es tan solo mariposa que juega a volar y hacer cosquillas. Es ese olor el lugar donde esconderme. Es en ese olor donde tu ausencia ya no muerde las entrañas.
En Penumbras... de Magda Robles
En penumbras es donde los sueños cobran vida, junto al crepitar del fuego y el danzar de las llamas...
Qué hermoso...
ResponderEliminarUn beso, Magda.
Como tú preciosa... ¡gracias por estar!
ResponderEliminarBellas palabras para describir esos aromas donde se guardan las esencias, quien no tiene un recuerdo en un aroma instalado.
ResponderEliminarMe ha encantado Magda, un beso muy grande
En olores, en sabores, e incluso en la yema de los dedos Ana... es maravilloso el poder de la memoria. Un beso, gracias siempre por compartir este rincón conmigo.
ResponderEliminarEn un olor guardo tu esencia...
ResponderEliminarEs en ese olor donde tu ausencia ya no muerde las entrañas.
Me has hecho sentir ese olor maravilloso mientras te leía,
ese olor tan maravilloso que nos traen los recuerdos.
Siempre un placer leerte.
Besos, Magda.
En ocasiones asaltan a traición, pero dejan tan dulces recuerdos... ¡Un beso Luisa!
ResponderEliminarDéjalos que te asalten, tú, oh Magda, escribe de ellos. Besos.
ResponderEliminarEso haremos... besos!
Eliminar