En el cristal de mi ventana golpea la vida:
me llama, ¿me invita a ella?
y si salgo, ¿se adaptará a mi misma?
Quizá vuelva a perder en el trato...
Mejor le daré la espalda,
haré oidos sordos a su latido
acurrucada aquí, pequeñita
tal vez asi no me vea...
No me llames, no, no te hago caso
no me queda parte más para ofrecerte
en su día aposté y perdí hasta mi aliento.
Déjame aqui, al abrigo de mi fría consciencia.
Resguardada entre estas cuatro paredes,
permite cubrir mi cuerpo con recuerdos,
momentos creados, instantes no sufridos
que alienten con un poco de vida a este espectro.
No, no te detengas por mi. no lo hagas:
rechazo esa mano que insistente llama.
Traicionaste mi esperanza hace ya tanto,
me arrebataste demasiado en el camino
mis manos aun sangran de aferrarse al dolor
mi piel misma continua resquebrajada
mis pasos me conducen al silencio,
la añoranza, no por ti... La más absoluta nada.
Por eso vete, olvida, continua el camino
ignora mi presencia tras esta ventana
no me llames, no me busques, no coopero
permanezco tras el cristal que nos separa.
No me extrañes, no haré ruido. Solo soy
un pequeño ser perdido en todo un universo,
un cuerpo sin vida, una vida sin llama,
que se consume poco a poco
mientras quema su última esperanza.
Tan solo marcha...
Y sin embargo, tú eres en ti misma un universo poblado de infinitos microcosmos. Tal vez no siempre puedas resistir. La vida... se abre camino.
ResponderEliminarMicrocosmos colisionando unos con otros. Creo que diste con la definición perfecta. Que la vida se abra camino, que ya iremos nosotros trazando la senda...
ResponderEliminarTodos tenemos un Yo espectral que forma parte de nuestra realidad.
ResponderEliminarCuando miras con atención dentro de ti mismo,encontrarás que hay muchas personalidades que compiten por usar tu cuerpo.
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