Sola, soñolienta, abandonada en un sillón,
el sol acariciando un cuerpo
la brisa rozando el costado,
y mientras... ella espera.
Espera tu presencia en su espacio
¿rehuye el contacto en su piel?
Tácticas de amante...
Se acerca intranquilo su cuerpo al tuyo
se amoldan sus curvas a tus manos
intenta escapar, resbala entre tus dedos
pero la cárcel de tus brazos la aprisiona.
Con leves caricias va entrando en calor
¿aun se muestra rehacia, esquiva,
o quizá tan solo zalamera
en sutil intendo de captar tu atención?
El aire se carga de zambra.
La luz va cediendo a la noche,
y ella se va rindiendo poco a poco ante ti:
vibra, gime, muerde al calor de tus dedos.
Su cuerpo se debate entre cuerdas,
amarres que tus manos han impuesto
se retuerce, se rebela, todo inutil
tu pasión sirve de roca a sus embates.
La voluntad de uno doblega el alma de otra,
dos almas en un cuerpo, al compás de un mismo son.
¡Es tan fácil moldear el alma de una guitarra!
casi tanto como el cuerpo de una mujer...
Imagen de Hamish Blakely
La luz va cediendo a la noche,
y ella se va rindiendo poco a poco ante ti:
vibra, gime, muerde al calor de tus dedos.
Su cuerpo se debate entre cuerdas,
amarres que tus manos han impuesto
se retuerce, se rebela, todo inutil
tu pasión sirve de roca a sus embates.
La voluntad de uno doblega el alma de otra,
dos almas en un cuerpo, al compás de un mismo son.
¡Es tan fácil moldear el alma de una guitarra!
casi tanto como el cuerpo de una mujer...
Imagen de Hamish Blakely
Delicioso Magarl,
ResponderEliminarPunteas a la perfección tus letras para encontrar el acorde perfecto entre los suspiros que penetran en el intenso vacío deseoso de vibrar de ese cuerpo para que resuenen al compás marcado de tus dedos, este dulce melodía.
Gracias por permitir que te descubra.
Gracias a tí por compartir este rincon conmigo Martín, y por tus palabras, siempre...
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