Poema a cuatro manos.
(Tomás Soler Borja&Pedro Vera)
…y la mujer piedra, la bella mujer
salida del útero de la madre tierra,
detenida en un instante sin tiempo,
miraba serena la inmensidad azul.
Inmensidad que, ola a ola,
venía a rendirse a sus pies de arcilla.
A sus pies,
arcilla tierna y moldeable,
el mar en toda su inmensidad.
Y el silencio,
compañero ausente,
amigo fiel,
susurro etéreo...