"Los duendes se han instalado
entre tus ojos y mi alma."
José García Pérez
Me descalzo de tu nombre.
De tu sombra
alborotada en la mejilla
y del fuego insomne
que en la noche prende.
No hay mañana.
No hay herida.
Es así como deshace
el alba nudos,
cuando busca renacer
en agua inquieta.
Es entonces cuando te escribo.
Para hallarte.
Para mirar tus ojos
ante la huida.
Para romper silencios.
A golpe de voz
y de desmayo.
Para abordar tu piel
desde mi abismo.
Para rendir mi piel
ante la vida.
En la piel de quien amamos nos descubrimos eternos. Y desde esa eternidas perdura solo el amor. Hermoso poema. Besos
ResponderEliminarLa alquimia de la piel, su magia...
EliminarGracias por volver, un abrazo.
es ese instante sagrado,cuando de verdad descubrimos el poder del sentimiento más abierto y nutridor,esa energía que va más allá de las palabras! Me encanta leerte!
ResponderEliminarY a mi tenerte aquí! Un beso lunaroja.
EliminarHermoso e intenso poema. Felicidades!!
ResponderEliminarMuchas gracias Rafael, un abrazo.
EliminarLas letras me pusieron la piel de gallina... me encanta este intendo poema.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias... un abrazo Marisa.
Eliminar"Es entonces..." y tu alma se desnuda palabra a palabra y , quienes se rinden, somos aquellos que te leemos, te disfrutamos.
ResponderEliminarUn abrazo.
A veces quisiera responder con tanto, que tan solo me sale una palabra, gracias...
EliminarUn abrazo.
Un lujo que aparezcas de nuevo...
ResponderEliminarUn beso.
Lujo es que respondas siempre a la llamada... gracias Oscar, besos.
Eliminaresos amaneceres son los mejores momentos de la vida. me han encantado tus poemas, volveré. saludos. (http://alejandrovargassanchez.blogspot.com) (tb soy poeta)
ResponderEliminarY serás muy bienvenido Alex... pasaré a visitarte también, gracias.
EliminarSaludos.