Navego sin rumbo fijo
por el contorno
insondable
que trazan tus manos.
El ocaso lleva tu nombre.
Se deshace lentamente
como dulce manjar
en esta boca que te conjura.
Beber en ti
es derrotar la ausencia.
Tocar este horizonte
La última parte impresionante amiga...¡¡¡
ResponderEliminarUn saludo desde el norte.
¡Gracias Oscar! Besos cálidos desde un frío sur.
EliminarSe meda muy bien el poema, amiga. De mucho gusto.
ResponderEliminarAbrazos
Mil gracias José, abrazos.
EliminarUn gustazo leerte..como siempre!
ResponderEliminarUn gustazo tenerte...
EliminarUn abrazo lunaroja.
Decantada y pura pasión, desnuda verdad, esencial testimonio. Muy bueno, Magda.
ResponderEliminarGracias por dejar huella Rafael.
Eliminar"Derrotar la ausencia"
ResponderEliminarMe quedé junto a esta frase y releí una y otra vez el resto de tu secreto.
Un abrazo.
A veces es tan necesario... a veces casi se consigue...
EliminarUn abrazo Jaime.