Desciendo un peldaño más hacia mi infierno
por esta escalera de inviernos y vacío.
Estoy así un paso más cerca
de aquel infinito prometedor
que agoniza detrás de la puerta.
No hay horas suficientes en mi mañana,
ni desvelo inconsciente de mis noches
en que ocultar tanta desgana.
Retumba el silencio.
Se descubre ante mí.
Pretende rendir pleitesía.
En el aire queda
el aroma inerte
a día robado,
el aroma inerte
a día robado,
mientras la vida juega
al escondite tras los cristales.
Desde el otro lado,
miro sus ojos,
miro sus ojos,
mientras me agoto y busco
un refugio a esta intemperie
que me devora la sombra....
que me devora la sombra....
Hasta Dante en su Divina Comedia necesito de un guía en sus descensos a los infiernos...
ResponderEliminar¿Me permites ser tu Virgilio, aunque yo no sea maestro de nada ni de nadie?
En fin, Magda.
Escribir nos libera.
Besos.
Bienvenido, compañero de viaje hacia el Averno, iremos cantando la canción pirata...
EliminarSi, libera... besos acróbata.
Uffff...
ResponderEliminarbesos...
Un besote primor!
EliminarVaya...
ResponderEliminarDias de vino y rosas, otros de luces y sombras...
EliminarUn texto hermoso e inquietante. "Señas da su desdén de cortesía...", dijo Quevedo refiriéndose a la muerte. Me lo ha recordado tu forma de referirte al silencioso hastío.
ResponderEliminarUn saludo cordial, Magda.
A mi me encanta, como todo lo "tuyo", lo que no sé es si será admitido mi comentario. Un beso
EliminarSi te trajo a la mente a Quevedo, ya pueden darse estas letras por satisfechas Rafael... Mis escritos son a veces bastante... viscerales diría.
EliminarGracias por tu visita, y aún más por tus palabras.
Enrique, qué mal me estás acostumbrando a tan bellos comentarios... Es admitido, al igual que los anteriores comentarios que dejaste en el blog, y ya son visibles. (Ya parece que no tengo problemas técnicos).
Eliminar¡Un beso!
Precioso poema con un final redondo en esa horrible intemperie, me ha encantado Magda
ResponderEliminarUn beso grande
A veces el frío viene de muy dentro... Besos preciosa, gracias por tu visita.
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