Cae la noche
y me desnuda cual espiga.
Desgrana letras y conjura ausencias
reflejadas en un cristal, hecho añicos,
que insolente devuelve mil reflejos.
Con manos de escarcha,
deja apuñalado un cuerpo.
Mas al rozar el alba,
vuelve la luz a mis ojos
y puedo perderme en tu cuello.
Y me vuelvo equilibrista
en la cuerda floja
por el filo de tu ombligo…
Y me vuelvo equilibrista
en la cuerda floja
por el filo de tu ombligo…
Muy bello, muy atrevido, algo erótico... pero esencialmente poético. Besos
ResponderEliminarA veces la poesía se atreve... Besos de vuelta.
EliminarSentir y hacer sentir. La poesía es el aliento de la vida. Tu espejo ofrece el mejor de los reflejos.
ResponderEliminarTú lo has dicho, es el aliento de la vida... Gracias Fran.
EliminarWowwwwwwww !!!...Mas al rozar el alba
ResponderEliminarvuelve la luz a mis ojos
y puedo perderme en tu cuello.
Bellas palabras y sobre todo sutiles y elegantes.
El mejor amanecer Snow... Besos!
EliminarComo siempre un placer leer tus versos y sus mil reflejos en penumbras.
ResponderEliminarMe ha encantado, un beso guapa
Bienvenida siempre a ellos Ana... Un beso.
EliminarEres la mejor. Siempre.
ResponderEliminarSoy tan solo aprendiz de equilibrista en las letras y la vida... Aunque con redes como tú.. ¿quien dijo miedo?
EliminarQué delicioso amanecer ...
ResponderEliminarUn cálido abrazo
Los hay inmensos... Abrazo que va de vuelta Aris!
EliminarAún en penumbras... Me hago equilibrista por el placer de leerte.
ResponderEliminarUn besazo,linda!
Para tí, ilumino completamente toda la estancia... ¡Besos primor!
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