Hoy decidí pasar la tarde
bailando con la línea entreabierta de tus labios.
Me atreví incluso a volverme equilibrista
caminando junto al abismo perdido de tu cuello.
Dejé que mi cuerpo danzase en tu mirada
mientras marcabas el ritmo y la cadencia con tus manos
a través de las notas dibujadas en mi espalda.
Esta tarde decidí dejarme
seducir por la envolvente melodía
de un susurro pronunciado a media luz.
Vestida mi piel con la música profana de tu cuerpo,
deslizandonos al son que brindaba tu pecho
y haciendo del mundo nuestra pista de baile.
Escúchalo en la voz de Mara Romero Torres aquí.
En Penumbras... de Magda Robles
En penumbras es donde los sueños cobran vida, junto al crepitar del fuego y el danzar de las llamas...
Creo que hiciste bien. Las músicas profanas hacen bien al alma y dan una nueva dimensión a la oscuridad.
ResponderEliminarBesos, Magda.
Qué mejor que la música para dejarse llevar... Gracias por seguir.
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