Arranca al alma un suspiro
desgarra la piel con un lamento
ve el cuerpo roto, ajeno a toda vida,
muerto.
La voz sale a borbotones del pecho
la ausencia se apodera de su cama
el llanto es dueño y señor de su alcoba
vacía.
Mas en la noche, en el silencio
una sombra se acerca hasta el lecho,
un cuerpo etéreo se desliza en penumbras,
entre sábanas
Una mano dibuja el contorno de una espalda
un suave roce eriza piel y sentidos
un aliento murmura silencios al aire
sin tocar
Un beso describe promesas profanas
el cabello... traza el camino a recorrer
los labios restañan heridas
sin abrir
Se abandona el cuerpo a los sentidos
se acostumbra la piel al tacto amado
se acoplan piel con piel hasta ser uno
sin aliento
Shhhhh, calla...
cierra los ojos y siente mi fuerza
ocultame al mundo y podré aferrarme a ti
tras tus parpados forjaré un refugio
para ambos
una estancia entre dos limbos
cuerpo y alma entrelazados
donde arrancarte a la vida
y escapar a mi muerte...
En Penumbras... de Magda Robles
En penumbras es donde los sueños cobran vida, junto al crepitar del fuego y el danzar de las llamas...
Cuando las palabras resbalan sobre las sábanas y son música, pincelada, caricia, sucede algo significativo e irrepetible.
ResponderEliminarMe gusta este "Nocturna", que bien pudiera acompañar un Nocturno de Debussy.
Perfecta banda sonora has elegido para un poema que vaga entre dos mundos.
ResponderEliminarUn placer tenerte por aquí.