Esta fue una sorprendente tarde de cine, ¡y gracias a la programación televisiva!, algo casi increíble en estos tiempos. Incluso, por coincidencias esas de la vida, parecen haber decidido ponerla en el día adecuado… Volví a disfrutar de una película que llevo viendo desde niña, pero de la cual nunca me canso.
Nos enfrentamos a un trágico romance ambientado en la edad media, frustrado por la lujuria y malas artes del obispo de Aquila. Como vemos, la Iglesia no salía muy bien parada ya en las producciones de los años ochenta… Un pícaro ladronzuelo, Philipe Gastone – “Ratón” , interpretado por un jovencísimo Matthew Broderick, escapa de las garras de la horca, y se encuentra en su camino con el capitán Etienne Navarre, a quien da vida Rutger Hauer, personaje aparentemente algo rudo que viaja con la sola compañía de su caballo Goliat, y un halcón. Ya en la primera noche de viaje, el joven empieza a dudar de su propia cordura, cuando desaparece el heroe, y en su lugar se encuentra con un lobo amenazador, y la etérea figura de una bella joven desconocida… Una jovencísima y bella Michelle Pfeiffer encarna a esa intangible dama nocturna, quien indiscutiblemente consigue hechizar a todo varón de la película.
“Si, yo te creo, creo en los sueños… Y esa dama, ¿tenía algún nombre?... Sería bonito que entrase en mis sueños y poder conocer su nombre…”
Estas son las palabras que pronuncia Navarre cuando el atribulado “Ratón” le confiesa sus desvaríos de la noche anterior. Sin embargo, Poco a poco irá descubriendo la maldición que pesa sobre los protagonistas… El pícaro Gastone se convertirá en intermediario, enlazando palabras y promesas que arranca a su propia imaginación para poner en labios de los protagonistas, pero contribuyendo de esta forma a sentirse más cercanos a estos dos seres condenados a vivir bajo forma la forma de un lobo y un halcón, alter egos de Navarre y Isabeau d'Anjou. Solo él comparte espacio y tiempo con ambos, pues la condena que el odio del obispo les impuso fue verse transformado él en lobo al anochecer, y ella en halcón al amanecer, evitando así que jamás pudiesen tener contacto.
“Siempre juntos, y eternamente separados…”
Dirigida por Richard Donner en 1985, “Lady Halcón”, o Ladyhawke en su título original, es una de esas cintas creadas para dar alas a la fantasía. Probablemente hay quien la considere hoy día una película sencilla, lineal y de final predecible, pero para mi sigue siendo un maravilloso cuento tanto para adultos como para niños, que mezcla que mezcla mitos, leyendas, aventura, magia, amor... Realmente carece de efectos especiales espectaculares, algo casi imprescindible en cualquier producción que pretenda atraer al público a la taquilla; es por ello que cuando surgen, consiguen dotar a la escena de una atmósfera especial: visionado tras visionado, siempre contengo la respiración durante esos instantes en que al amanecer, justo antes de la transformación de ambos, sus manos mueren en el intento de un roce…
La fotografía merece mención aparte; los escenarios son tremendamente acertados, mas son los juegos de luces y sombras quienes confieren el marco perfecto a los instantes de magia, envolviendo tanto a las figuras de la pantalla como al espectador fuera de ella.
He dejado para el final el que para mí ha sido el gran crimen con esta película: ¿Innovadora? ¿A quien se le ocurrió la idea de tan atroz banda sonora? ¿Como pueden destrozar de esa forma la maravilla del paisaje, y arrancar de forma brusca al espectador de su ensueño? Pues es lo que me ocurrió cuando las primeras notas comenzaron a sonar, abandoné el cuento de hadas para intentar meterme en la piel de algún asesino a sueldo, y terminar con los desalmados culpables de tal tropelía. Jamás fui contraria a innovaciones, no soy persona anclada en tópicos y convencionalismos, pero en esta ocasión han podido conmigo. Eso si, fue un buen empujón para ser consciente de que cuando aparecen los créditos en pantalla, justo cuando se pulsa el botón de apagado, vuelve a encenderse el mundo real…
Hola,
ResponderEliminarLo primero, enhorabuena por tu blog.
Sobre lo que comentas, es bastante interesante y la verdad es que Lady halcón ha aguantado muy bien el paso del tiempo, salvo eltema de la banda sonora, que como bien dices, es bastante criminal. Es una película que sigue estando vigente aunque ya han pasado casi 25 años desde su estreno, aunque en algunas cosas ha envejecido no muy bien.
Pertenece a esa clase de películas de otra época que buscaban más la aventura, la emoción y se centraban más en la historia y el ambiente. Vamos, que es muy ochentera.
Me ha gustado mucho tu opinión de la película, que se parece bastante a mi crítica sobre Lady halcón, si tienes un rato, leela, a ver que te parece.
Un saludo
Cierto!
ResponderEliminarOpiniones bastante similares si… Aguantó bien el paso del tiempo, a pesar de ser algo lineal y obvia. Personajes muy definidos (el malo, malísimo, el heroe, legendario, la bella….. felina…)
Y todo un descubrimiento tu blog, me dejaré caer más por él… Un saludo!
Gracias por esta agradable presentación. Es una delicia de pelicula, dulce y con mucha ternura, el estar siempre juntos y separados, y la sensación de impotencia al anochecer y amanecer para cada uno.
ResponderEliminarGracias. Saludos desde Nicaragua
Gracias a ti por tu visita Daisy!Realmente, permite soñar. Saludos desde España!
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