Bésame con la tinta esquiva de tu palabra
dejando surcos marcados en mi piel con cada verso:
impronta invisible e indeleble que en mi has trazado.
Rescatame con tu silencio del laberinto de la vida
de esa cautividad sin fecha de libertad
pero sí con caducidad venidera.
Acariciame con tu mirada en la distancia,
sin tacto, mas haciendo estremecer mi cuerpo
con promesas incumplidas, con vacíos por llenar
con todos y cada uno de los minutos que arrebate al tiempo.
Entrégame la luna en mil pedazos
para pasar eternidades junto a tí
malgastadas en recomponer y darle forma a nuestro antojo.
Grita aquello que alberga tu alma
que el viento me traerá tus palabras con la brisa,
fiel mensajero susurrante, y a contraluz
las depositará con un beso en mi almohada.
Arrópame con la ausencia
que me permite imaginar cada hora de tu vida
que voy llenando con momentos y temores.
Cubre con la calidez de un sentimiento
un cuerpo roto cuando siente frío
creando un espacio oculto a la mirada,
a la existencia misma de cualquier otro mundo que nos sea ajeno.
Bellísima letanía de amor, colmada de metáforas, adornada por un erotismo sutil y elegante, motor de una pasión que brota irremediablemente.
ResponderEliminarGracias, por tus bellas palabras que tienen un gran valor para mi, y por tu visita. Haces que este espacio en penumbra brille un poquito más.
EliminarNo se si es en penumbra , pero tus versos brillan con luz propia e iluminan mi corazon. un lujo de Dioses para un mortal como yo.
ResponderEliminarInmensas palabras, querido anónimo, que no creo merecer. Gracias por tu visita, y por dejar huella en este espacio. Es algo que aprecio enormemente.
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