“Nada” es una palabra con alma de estanque.
Envuelve suavemente.
Absorbe mientras besa.
Arrastra y hunde cuerpos
de manera irremisible.
Palabra es con profundidad de pozo.
Deja caer
sí
la
ba
a
sí
la
ba.
Resbala
lá
gri
ma
a
lá
gri
ma.
Diluye la piel y la transforma
en multitud de gotas,
e infinitud de inciensos.
Nada nace como vocablo nexo
principio y fin en que un todo muere,
laberinto absurdo que comienza en la salida.
Pasadizo roto plagado de espejos
que devuelven reflejos imprecisos
y quién sabe si reales de presente.
Nada es la palabra que nunca se alcanza.
El matiz sin nombre
(d)el silencio muerto.
"My world is upside down"
Isleta central del estanque, en el Cármen de los mártires.