la distancia equidistante
entre los puntos que nos separan.
Pero hay tardes
en que el sonido es espejismo.
Y madrugadas
donde se quiebra el presente,
y queda suspendido,
cual espada de Damocles,
un fiero adorno sobre la cama.
Como un mantra lejano
que marca las horas,
afirma Peter Gabriel
que la jaula es un cuerpo.
Una jaula
que no encierra pájaros.
Tan solo incertidumbre.
(Dale al play...)
Pero el alma vuela y tus letras tanto o más que la música de Peter Gabriel.
ResponderEliminarPor cierto, no me deja darle al play. No pasa nada, soy un hombre con recursos.
Besos, poeta.
El alma vuela cuando le place, y las letras aún más si se les da un empujoncito... en el fondo algunas jaulas están llenas de pequeños resquicios que permiten la fuga...
EliminarBesos, Poeta.
Esas son peores...
ResponderEliminarUn abrazo mi Magda
Aysss... besos preciosa!
EliminarPara quien goza de libertad mental las jaulas no tienen importancia... Un saludo, Magda.
ResponderEliminarAsí es Rafael, en ese caso la llave está en nuestras manos... Saludos!
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