Multitud de lágrimas conforman
un océano ancestral que se despierta.
Agua eterna en la que hundir las manos
y aferrarse a ella como a futuro incierto.
Gracias al fuego creador de sus entrañas
amanece un cuerpo de tierra que cobra vida,
envuelto en el aire intangible que le da su aliento.
Una voz de mujer susurra en la distancia
a la par que un árbol desviste sus ramas
y hoja tras hoja se deja caer.
Naturaleza viva en un destello, en un batir de alas.
En la palidez nocturna que baña los campos.
En su agonía… naturaleza muerta.
Anna, Hécate, Astarté,
la que tiene mil nombres,
la silenciada eterna.
Diosa blanca de alas cortadas,
eres en manos de tus hijos
más mártir que madre… Tierra.
Poema creado para el evento reivindicativo "Música y palabras para salvar las Tablas", en las Tablas de Daimiel, el pasado 16 de Diciembre de 2.012.
La diosa Anna, sobre un majano, nos esperaba al final del recorrido... junto a ella leí este poema.
Telúrica y mitológica Ligeia. Las fuerzas ocultas de la tierra afloran en palabras y en recuerdos.
ResponderEliminarHay instintos, hay magia primordial que envuelve... La diosa blanca también sabe caminar por la penumbra.
Eliminar¡Besos Juan Antonio! Aunque para mi sigues siendo el Guía.
Mientras existan mujeres que puedan parir magicas palabras que conjuren los infiernos de la ganancia y la usura de la tierra a cualquier precio Gea, madre se mantendra alerta para reconducir a los impios a la senda de la belleza y la humildad.
ResponderEliminarEres una diosa de la poesia.
Mientras la palabra mantenga esa magia que la impregna, y actue como alquímia irresistible en ciertas almas, habrá perdón... seremos redimidos...
EliminarGracias siempre por tus palabras!
Generosa,Diosa blanca que sufre con el daño que se le hace al equilibrio de la vida. Esta conexión reivindicativa siembra un revulsivo, urgente y necesario, un deber que se olvida deliberadamente a unos cuantos. Promover nuestra naturaleza es la crítica que se articula de la forma más sensata y con todo derecho. La belleza en este haber la aportas tú. Besos preciosa.
ResponderEliminarSe nos olvida... la belleza la aporta ella, la naturaleza en todo su esplendor, que tantas veces ignoramos. Y nos pasará factura...
EliminarBesos!
¡Hermosa! la Diosa y la entrada, tú junto a ella, cara a cara recitando esas letras tan aparentes para el momento.
ResponderEliminarGracias por saber estar, por tu educación y cariño, por esa sabiduría que es entregar sin pedir. Gracias por venir y estar en ese incomparable lugar.
Abrazos
Gracias a ti, por haberme invitado, por haberme dado la mano en ese caminar, y habernos abierto las puertas de vuestra casa, vuestra vida y vuestro saber. Fue increible compartir esos días con vosotros, en ese marco de incomparable belleza al que espero volver. Atesoro esos momentos en mi memoria.
EliminarGracias, y besos!