se resquebraja la piel en cada pensamiento.
Deshechos los momentos entre los dedos,
van dejando de vacío y polvo un leve rastro.
¡Maldito reloj que no detiene su curso!
En el silencio,
prendida del aire,
solo queda una duda…
¿Donde va la ausencia
cuando todo lo demás se desvanece?
prendida del aire,
solo queda una duda…
¿Donde va la ausencia
cuando todo lo demás se desvanece?
Adentro, muy adentro.
ResponderEliminarPreciosa tu entrada, Magda.