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| Ligeia, de Arantza Sestayo |
Era ella.
Indómita, insaciable, perdida para siempre, ella...
Quise creer que fue mi amor quien la volvió a la vida.
Noche negra su belleza, oscuridad sin fondo su mirada
manto de fría escarcha envolviendo su amado cuerpo
cuando el sudario maldito resbaló hasta el suelo.
Y no hubo más.
Olvidé el dulce rostro que acompañó mis días
El azul cristalino de amorosa mirada
La sutil presencia en mis tardes aciagas,
amiga y compañera en mis noches de invierno.
En un momento,
el mundo dejó de tener sentido.
Fue arrancada al abrazo de la misma muerte,
quien clamó por ofrenda similar en sangre
y cobró su precio segando la vida de mi bella esposa.
Mi inocente Rowena...
¿Sería ella?
Mi cordura dudaba. Lo era
si hacía caso al despertar de mis sentidos,
al desgarrado sollozo que salió de mis entrañas
y el estremecimiento que recorrió mi ser.
Ella, ángel o diablo que robó mis días,
y aprisionó mis noches entre dulces tormentos;
dueña y señora perpetua de mi carne,
alimento indispensable de mi alma errante.
Ahora vivo, sin vivir, anclado al mar de su cuerpo.
Eterna, por siempre mía, Ligeia...
Quién mejor que tú para cantar la pasión imperecedera, más poderosa que la vida y la muerte, por la doncella más oscura que habita los desvanes de nuestra memoria.
ResponderEliminarQuién si no tú.
Ligeia... una bella historia de amor y dolor. Nadie mejor que tú, amiga Magda para atraparnos en esta increíble historia.
ResponderEliminarEstoy atrapado por este magico lugar.
ResponderEliminarla musica y tus poemas son geniales.
andare mas seguido por aqui...Ahora que se el camino...
Quien sino yo, la poseida por un nombre, anclada a una historia.... Gracias amigos por seguir compartiendo este espacio conmigo.
ResponderEliminarWizard, es todo un placer reservarte un sitio en esta penumbra, espero que te sientas a gusto.
Bella y emotiva historia gótica, cargada de misterio, con ese dulce regusto que a veces desprenden la muerte, la noche y la presencia de la amada. Todo muy a la usanza de la apasionante estética tizziriana.
ResponderEliminarHay influencias que no pueden borrarse, la de Poe en mi es de esas. Ligeia (un amor que fue más allá de la vida y la muerte) me fascinó desde niña, tenía que hacerle un pequeño homenaje... Gracias por tus palabras Antonio, siempre son bienvenidas.
ResponderEliminarEl amor de vivo o de muerto. Eso no existe, uno ama independiente de si te aman y el placer, la recompensa está en amar. Los sentidos nos engañan, el corazón nunca y si ama ¿que más hace falra?
ResponderEliminarEl amor es en si mismo la más dulce condena, y terrible recompensa, sea o no correspondido. De amores más allá de la muerte... poco hay todavía escrito.
EliminarTus poemas me hacen pensar que tras la última estación de la vida, se esconde un misterio y secreto. En tu rincón se puede dejar meditar al alma! Gracias una vez mas por tus poemas!
ResponderEliminarTodo es posible Javier... todo son conjeturas. Sabes que eres muy bienvenido a este rincón, muchas gracias a ti por tus palabras!
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