Hay versos que besan, y poemas que matan

Hay versos que besan, y poemas que matan...
Hay sonidos que se clavan como cuchillos,
rasgando y dejando abiertas heridas latentes por las que escapa el alma,
y cada rastro de sangre que brota es un te quiero que se pronuncia al alba,
es la esencia de mi vida entera
plasmada en una sola gota de veneno para compartir contigo,
ponzoña que asi, de cualquier manera cumplirá su cometido
y atará a dos almas sesgadas en una eterna y compartida condena.
Y que caigan los abismos, y que arrastre al mismo averno,
que desde el primer instante en que tome ese nectar de tus labios
no habrá tortura suficiente ni desgarro.
Almas malditas condenadas a un destierro sin retorno.
La noche oscura será quien otorgue respuesta
a todos los comos y porqués de esta existencia gris
que transcurre minuto a año de forma encadenada,
a la espera de un encuentro, de un suspiro,
de una mirada que calle todos y cada uno de los silencios,
pues no serán necesarias las palabras,
tan solo un roce, un perderse en el abrazo
que desmaterialice carne y nos funda en un solo ser,
con lo que tome de ti, con lo que ofrezco de mi,
para jamás volver a pronunciar la palabra maldita de un adios.