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En Penumbras... de Magda Robles

En penumbras es donde los sueños cobran vida, junto al crepitar del fuego y el danzar de las llamas...

Impresiones

“Debo estar donde soy
enigma de un espejo.”
Francisco Acuyo

Voy encontrando reflejos con tu nombre.

Se recrean
al dibujarte amanecido,
envuelto en sábanas y bruma.
Como un milagro.

Ángel caído, desperezado
en mi palabra soñolienta.

Es como si cada espejo
en su desnudo
te guardase en la memoria.

(En piel del ángel caído)


Wilhelm Galhof Xan Stark for Alta Studios pic

Divertimento

Aún resuenan, misteriosas,
las campanas de aquel viejo campanario.

Hay quien cuenta
que el diablo en su diablura,
campanero,
se deleita en hacerlas sonar
impenitentes
engañando así
a las pobres cigüeñas
desorientadas
que no dejan de volar
sobre el campo, ahora baldío,
que hace tiempo
ocupó la antigua iglesia...



Una historia inacabada

¿Qué hacer cuando se incendian los labios
y se ofrecen, cual fruta madura,
al desencuentro?

No queda más que morder la voz
y rendirla ante el aliento sometido. 
Desnudar el roce, subyugar el trazo.
                                 .
Rasgar la piel, indefinirla.
Abrir el cuerpo a la intemperie,
y verso adentro,  resistir la acometida.

Templar la noche.
Romper la calma.
Vencer el fuego.
Prender el tiempo.


Brindar batalla.


(En piel del ángel caído)

“Peace Offering” — Photographer: Justin Rosenberg

Sin nombre.

Protege la ventana una alambrada.

Al otro lado, en su refugio,
una muñeca rota
juega
a columpiarse.
en una mecedora antigua.

Se balancea despacio.

Su pelo crespo, 
azabache en otras lunas,
luce hoy encanecido por el polvo.
También hay polvo en las cuencas
rotas de su mirada.

A veces se oye un siniestro repiqueteo.

Es la lluvia y su “déjame entrar”
tocando a los cristales,
como si fuese un visitante
incierto y mal venido.

El lunario cuenta los días.

Y mientras, la muñeca espera
a que un soplo de brisa fresca
le traiga un golpe de suerte
y la ciegue al mundo

cerrando, 
de golpe al fin,
la contraventana.



Untitled

“Rose leaves, when the rose is dead, 
Are heaped for the beloved's bed; 
And so thy thoughts, when thou art gone, 
Love itself shall slumber on.” 
― Percy Bysshe Shelley


Y se llevó tu mirada niña
multitud de inviernos.

¿Dónde fueron las aves y su trino?
Ya no encuentran cobijo en tus mañanas.

Ya no
en tu sonrisa sin noche.
Ya no
en tus manos dormidas.
Ya no
en esta falsa morada.

Maldito.
Maldito sueño.

Maldito despertar sin alas.



"In absentia", 
by DimitraPapadimitriou

Amor y tiempo

"Escribir por tu piel
el mejor de los poemas"
TSB acróbata


Escribo en tu piel
con un lenguaje sin formas.

¿Acaso has olvidado
que una vez llegaste a amar
aquel baile de sombras
que surgía de entre mi carne?

Recuerdo un tiempo
de árboles soñados.
De inmolado aliento
entre sábanas hambrientas
cuando el día agonizaba.

Ahora apenas rozo tu nombre,
y de repente tu nombre
ya no es tu nombre.
Es un desgarro que aletea
y atraviesa todos mis muros.

Ángel vencido.
Espina acariciada
que busco ansiosa
y encuentro en mi latido.

Mar que mi mar calma.

Hoy,
amor,
es otro amor el que nos halla.


Nada... (2.0)

“Nada” es una palabra con alma de estanque.

Envuelve suavemente.
Absorbe mientras besa.
Arrastra y hunde cuerpos
de manera irremisible.

Palabra es con profundidad de pozo.

Deja caer
  la
     ba
a

   la
      ba.

Resbala
  gri
     ma
a

  gri
     ma.

Diluye la piel y la transforma
en multitud de gotas,
e infinitud de inciensos.

Nada nace como vocablo nexo
principio y fin en que un todo muere,
laberinto absurdo que comienza en la salida.

Pasadizo roto plagado de espejos
que devuelven reflejos imprecisos
y quién sabe si reales de presente.

Nada es la palabra que nunca se alcanza.
El matiz sin nombre
(d)el silencio muerto.


"My world is upside down"

Isleta central del estanque, en el Cármen de los mártires.

Caerán los nombres


“¿Y las rosas? Pestañas
cerradas: horizonte
final. ¿Acaso nada?
Pero quedan los nombres.”

Jorge Guillén




Pretendes cubrirme de luz,
a mí que habito la penumbra.

Fugaz. Vencido.
Como un relámpago que rasga la tiniebla
para hacer aún mayor la sombra
cuando su trazo muere.

Mañana tú y yo seremos tan solo sueño.
Recuerdo silencioso de esta piel
que se desprende cada día.
Huellas sin pisadas,
camino abierto.
Horas detenidas
en la muerte inadvertida de un reloj.

Entonces caerán los nombres,
y solo quedarán los labios
y su lenguaje nuevo.

Incierto.
Desesperado.

Y escribirán sobre la piel
un nuevo invierno.




Volverás...

Volverás.

Como un recuerdo
envuelto en bruma,
o unas manos fracturadas
que solo dibujan sueños
cuando la noche duerme.

Sin huellas.

Como un pájaro herido
en derrota sin nombre.
Como lanza cautiva
sin piel que rasgar.
Como página al viento
que no encuentra cobijo,

volverás.

Y serás de nuevo
contraluz y estigma
en este lienzo hoy
huérfano de pintura.







Luzbel


Quomodo cecidisti de caelo, lucifer, fili aurorae?
(¡Cómo has caído del cielo, Lucero, hijo de la Aurora!)"
Isaías 14.12-14

¿Qué esconden tus ojos
cuando me nombran?

¿Qué buscan?
¿Qué aciertan?
¿Qué deshacen?

Me amaneces en las manos.
Eres el instante de luz
que eriza la piel
y deja sentir cómo florecen
jazmines en la carne.

Porque eres tú quien desnuda mis mañanas.
Quién ansió beber el agua dormida
y desató el amor y sus tormentas.

Ángel caído,
que rozó mi linde
y prendió sus alas.



Untitled

Morder el aire
como quien muerde la manzana
culpable de las mil caídas
de un solo ángel.

Existir desnudando espacios,
habitando un único silencio
que errante busca
otra luna interminada.

Someterse al destierro de manos
y hojas,
y manos,
y viento,
y al tiempo tirano
que obliga a caminar
con pasos que no consiguen
hallar un norte.

Y escribir.
Para hallarme.
Para mirarte a los ojos
sin emprender la huida.

Y renacer
en la noche callada
siempre escribiendo.

A pesar de la herida.
A pesar de la nada.


Sin nombre...

Cuánto duele abrir la puerta y recibir
el golpe inerte de este silencio huérfano.
Y sin embargo, el aire aún guarda tu presencia.

Hay pupilas engarzadas en los muros,
y ensueños transparentes que aletean
buscando otra  noche en que volver a ser.

Me miro en tus ojos ahora que ya
no pueden verme, y me veo vencida
ante esta vida sin vida que hoy me sale al paso.

Y no es fácil buscar la huida
porque Alicia ha vuelto y me ha contado
qué no existe realmente al otro lado.

No hay espejos de doble fondo.
No hay nichos de puertas abiertas
ni días de visita. No hay milagro.

Hace tiempo que emprendiste
este viaje y no hay retorno.
No hay caminos de ida y vuelta
que me guíen otra vez hasta tu abrazo.

Y sin embargo hay un pájaro amarillo
que a veces me visita por las noches
y me canta su secreto.

Y me cuenta que has reído
en otros campos de amapolas,
en otra tierra sin arar, salpicada 
con la sangre de los dioses.
Y que has besado estas lágrimas 
granate, ahora libres de liturgia.

Sé que miente.

Pero sabes, aún hay noches en el que el viento
deletrea tu latido, y son las sombras
en mi pecho el arrullo adormecido de tus manos.

(Sé que miento.)


by Dmitriy Pokrovskiy

Sin nombre

El tiempo es un gigante sin sombra.
Un niño que amanece mundos.
Una joven que tamiza lunas.

Un anciano cansado 
que (nos) dibuja

     detenido 
ante el alféizar 
de su ventana.



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